Sexo y deporte
(*) Por el Dr. Norberto Debbag
En relación al sexo y el deporte existen mitos que la ciencia revirtió. Las investigaciones médicas demuestran que las relaciones sexuales -en caso de parejas estables- no baja el rendimiento deportivo, al contrario, lo mejora gracias al aumento de la hormona testosterona tanto en hombre como en mujeres atletas y saltadoras. En el fútbol hay quienes están a favor y otros en contra pero habría que preguntarle a los jugadores brasileros que opinan sobre esto aunque los resultados internacionales de su selección inclinarían la balanza en forma positiva.
Durante el entrenamiento, a los pocos minutos la testosterona se eleva lentamente en sangre y alcanza su máximo a los 30 y 40 minutos, luego desciende a los 90 minutos en que el rendimiento físico disminuye y debe esperarse hasta que se recuperen los valores de testosterona a los 40 y 60 minutos para iniciar otra etapa de entrenamiento. Así se logra que cada etapa aumente los niveles en sangre. Hay estudios que probaron que los ejercicios cortos e intensos producen buenos niveles de testosterona a diferencia de los extenuantes y prolongados que bajan significativamente el nivel. El doctor Jannini de la italiana Universidad L' Aquila concluyó que el sexo antes de las competencias aumenta la potencia de los atletas y estimula la producción de testosterona. Otro estudio israelí previo a los Juegos Olímpicos de Atlanta ‘96, encabezado por el doctor Alexander Olshanietzky, determinó que el rendimiento deportivo de las mujeres estaba directamente vinculado al número de orgasmos, especialmente en velocistas y saltadoras. A mayor cantidad de orgasmos, mayor rendimiento.
El médico español Juan Sánchez García demostró que no hay diferencias en los dosajes en sangre de testosterona basal entre deportistas y sedentarios pero sí un aumento significativo de la hormona tras la competición. Más allá de los mitos está probado que las relaciones sexuales de la noche anterior u horas previas -sin excesos y con pareja estable- es relajante, placentero e incrementa las endorfinas que dan sensación de bienestar. El desgaste físico sería de 100 calorías que equivale a subir dos pisos por escalera o caminar cuatro cuadras rápido pero jamás causa agotamiento físico. Paradójicamente, hay estudios que demuestran que las mujeres teniendo menos nivel de testosterona, con el orgasmo aumenta dicha hormona e incrementa el rendimiento en velocistas y saltadoras. Es indudable que el sexo es algo natural y fisiológico que no tiene efectos negativos en el rendimiento deportivo. En la faz negativa hay que incluir a los productos sintéticos –testosterona- como los anabólicos esteroides que, además de integrar todas las listas de drogas prohibidas en el deporte, también tienen efectos nocivos para la salud.
(*) por el Dr. Norberto Debbag
Titular de la matrícula nacional 51.320, es médico cardiólogo y deportólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires. Histórico médico del porteño Club Atlanta, es pionero en cardiología en medio y alto rendimiento, introdujo al país el uso del desfibrilador en competencias deportivas.
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